29 de marzo de 2023

OBRAS DE LA MISERICORDIA

 



¿Cuáles son las obras de misericordia?

Las obras de misericordia son acciones caritativas mediante las cuales ayudamos a nuestro prójimo en sus necesidades corporales y espirituales. Pero, ¿cuáles son y en qué consisten?

¿Cuáles son las obras de misericordia?
Hay catorce obras de misericordia: siete corporales y siete espirituales.


Obras de misericordia corporales:
1.Visitar a los enfermos.
2.Dar de comer al hambriento.
3.Dar de beber al sediento.
4.Dar posada al peregrino.
5.Vestir al desnudo.
6.Visitar a los presos.
7.Enterrar a los difuntos.

Obras de misericordia espirituales:
1.Enseñar al que no sabe.
2.Dar buen consejo al que lo necesita.
3.Corregir al que se equivoca.
4.Perdonar al que nos ofende.
5.Consolar al triste.
6.Sufrir con paciencia los defectos del prójimo.
7.Rezar a Dios por los vivos y por los difuntos.

Las obras de misericordia corporales surgen en su mayoría de una lista hecha por Jesucristo en su descripción del Juicio Final.

La lista de las obras de misericordia espirituales la ha tomado la Iglesia de otros textos que están a lo largo de la Biblia y de actitudes y enseñanzas del mismo Cristo: el perdón, la corrección fraterna, el consuelo, soportar el sufrimiento, etc.

¿Qué son las obras de misericordia?
Las obras de misericordia son acciones caritativas mediante las cuales ayudamos a nuestro prójimo en sus necesidades corporales y espirituales. Instruir, aconsejar, consolar, confortar, son obras espirituales de misericordia, como también lo son perdonar y sufrir con paciencia. Las obras de misericordia corporales consisten especialmente en dar de comer al hambriento, dar techo a quien no lo tiene, vestir al desnudo, visitar a los enfermos y a los presos, enterrar a los muertos). Entre estas obras, la limosna hecha a los pobres es uno de los principales testimonios de la caridad fraterna; es también una práctica de justicia que agrada a Dios. Catecismo de la Iglesia Católica, 2447

Es mi vivo deseo que el pueblo cristiano reflexione durante el Jubileo sobre las obras de misericordia corporales y espirituales. Será un modo para despertar nuestra conciencia, muchas veces aletargada ante el drama de la pobreza, y para entrar todavía más en el corazón del Evangelio, donde los pobres son los privilegiados de la misericordia divina.

La predicación de Jesús nos presenta estas obras de misericordia para que podamos darnos cuenta si vivimos o no como discípulos suyos. Redescubramos las obras de misericordia corporales: dar de comer al hambriento, dar de beber al sediento, vestir al desnudo, acoger al forastero, asistir los enfermos, visitar a los presos, enterrar a los muertos. Y no olvidemos las obras de misericordia espirituales: dar consejo al que lo necesita, enseñar al que no sabe, corregir al que yerra, consolar al triste, perdonar las ofensas, soportar con paciencia las personas molestas, rogar a Dios por los vivos y por los difuntos. Papa Francisco, Bula Misericordiae Vultus.

¿Cuál es el efecto de las obras de misericordia en quien las practica?
El ejercicio de la obras de misericordia comunica gracias a quien las ejerce. En el evangelio de Lucas Jesús dice: “Dad, y se os dará”. Por tanto, con las obras de misericordia hacemos la Voluntad de Dios, damos algo nuestro a los demás y el Señor nos promete que nos dará también a nosotros lo que necesitemos.

Por otro lado, una manera de ir borrando la pena que queda en el alma por nuestros pecados ya perdonados es mediante obras buenas. Obras buenas son, por supuesto, las Obras de Misericordia. “Bienaventurados los misericordiosos, pues ellos alcanzarán misericordia” (Mt.5, 7), es una de las Bienaventuranzas.

Además las Obras de Misericordia nos van ayudando a avanzar en el camino al Cielo, porque nos van haciendo parecidos a Jesús, nuestro modelo, que nos enseñó cómo debe ser nuestra actitud hacia los demás. En Mateo se recogen las siguientes palabras de Cristo: “No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde los ladrones minan y hurtan; sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan. Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón”. Al seguir esta enseñanza del Señor cambiamos los bienes temporales por los eternos, que son los que valen de verdad.

Las obras de misericordia corporales: breve explicación
San Mateo recoge la narración del Juicio Final (Mt 25,31-16): “En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: Cuando venga el Hijo del hombre, rodeado de su gloria, acompañado de todos sus ángeles, se sentará en su trono de gloria. Entonces serán congregadas ante él todas las naciones, y él apartará a los unos de los otros, como aparta el pastor a las ovejas de los cabritos, y pondrá a las ovejas a su derecha y los cabritos a su izquierda. Entonces dirá el rey a los de derecha: «Vengan, benditos de mi Padre; tomen posesión del Reino preparado para ustedes desde la creación del mundo; porque estuve hambriento y me disteis de comer, sediento y me disteis de beber, era forastero y me hospedasteis, estuve desnudo y me vestisteis, enfermo y me visitasteis, encarcelado y fuisteis a verme». Los justos le contestarán entonces: «Señor, ¿cuándo te vimos hambriento y te dimos de comer, sediento y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos de forastero y te hospedamos, o desnudo y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o encarcelado y te fuimos ver?». Y el rey les dirá: «Os aseguro que, cuando lo hicisteis con el más insignificante de mis hermanos, conmigo lo hicisteis». Entonces dirá también a los de la izquierda: «Apartaos de mí, malditos; id al fuego eterno, preparado para el diablo y sus ángeles; porque estuve hambriento y no me disteis de comer, sediento y no me disteis de beber, era forastero y no me hospedasteis, estuve desnudo y no me vestisteis, enfermo y encarcelado y no me visitasteis». Entonces ellos le responderán: «Señor ¿cuándo te vimos hambriento o sediento, de forastero o desnudo, enfermo o encarcelado y no te asistimos?» Y él les replicará: «Os aseguro que, cuando no lo hicisteis con uno de aquellos más insignificante, tampoco lo hicisteis conmigo. Entonces irán éstos al castigo eterno y los justos a la vida eterna»”.

1) Dar de comer al hambriento y 2) dar de beber al sediento.

Estas dos primeras se complementan y se refieren a la ayuda que debemos procurar en alimento y otros bienes a los más necesitados, a aquellos que no tienen lo indispensable para poder comer cada día.

San Juan Bautista, según recoge el evangelio de san Lucas, recomienda: «El que tenga dos túnicas que las reparta con el que no tiene; el que tenga para comer que haga lo mismo» (Lc 3, 11).

3) Dar posada al peregrino.

En la antigüedad el dar posada a los viajeros era un asunto de vida o muerte, por lo complicado y arriesgado de las travesías. No es el caso hoy en día. Pero, aún así, podría tocarnos recibir a alguien en nuestra casa, no por pura hospitalidad de amistad o familia, sino por alguna verdadera necesidad.

4) Vestir al desnudo.

Esta obra de misericordia se dirige a paliar otra necesidad básica: el vestido. Muchas veces, se nos facilita con las recogidas de ropa que se hacen en Parroquias y otros centros. A la hora de entregar nuestra ropa es bueno pensar que podemos dar de lo que nos sobra o ya no nos sirve, pero también podemos dar de lo que aún es útil.

En la carta de Santiago se nos anima a ser generosos: «Si un hermano o una hermana están desnudos y carecen del sustento diario, y alguno de vosotros les dice: “Id en paz, calentaos o hartaos”, pero no les dais lo necesario para el cuerpo, ¿de qué sirve?» (St 2, 15-16).

5) Visitar al enfermo

Se trata de una verdadera atención a los enfermos y ancianos, tanto en el aspecto físico, como en hacerles un rato de compañía.

El mejor ejemplo de la Sagrada Escritura es el de la Parábola del Buen Samaritano, que curó al herido y, al no poder continuar ocupándose directamente, confió los cuidados que necesitaba a otro a quien le ofreció pagarle. (ver Lc 10, 30-37).

6) Visitar a los encarcelados

Consiste en visitar a los presos y prestarles no sólo ayuda material sino una asistencia espiritual que les sirva para mejorar como personas, enmendarse, aprender a desarrollar un trabajo que les pueda ser útil cuando terminen el tiempo asignado por la justicia, etc.

Significa también rescatar a los inocentes y secuestrados. En la antigüedad los cristianos pagaban para liberar esclavos o se cambiaban por prisioneros inocentes.

7) Enterrar a los difuntos

Cristo no tenía lugar sobre el que reposar. Un amigo, José de Arimatea, le cedió su tumba. Pero no sólo eso, sino que tuvo valor para presentarse ante Pilato y pedirle el cuerpo de Jesús. También participó Nicodemo, quien ayudó a sepultarlo. (Jn 19, 38-42)

Enterrar a los muertos parece un mandato superfluo, porque –de hecho- todos son enterrados. Pero, por ejemplo, en tiempo de guerra, puede ser un mandato muy exigente. ¿Por qué es importante dar digna sepultura al cuerpo humano? Porque el cuerpo humano ha sido alojamiento del Espíritu Santo. Somos “templos del Espíritu Santo” (1 Cor 6, 19).

Las obras de misericordia espirituales: breve explicación
1) Enseñar al que no sabe

Consiste en enseñar al ignorante en cualquier materia: también sobre temas religiosos. Esta enseñanza puede ser a través de escritos o de palabra, por cualquier medio de comunicación o directamente.

Como dice el libro de Daniel, "los que enseñan la justicia a la multitud, brillarán como las estrellas a perpetua eternidad" (Dan 12, 3b).

2) Dar buen consejo al que lo necesita

Uno de los dones del espíritu Santo es el don de consejo. Por ello, quien pretenda dar un buen consejo debe, primeramente, estar en sintonía con Dios, ya que no se trata de dar opiniones personales, sino de aconsejar bien al necesitado de guía.

3) Corregir al que se equivoca

Esta obra de misericordia se refiere sobre todo al pecado. De hecho, otra manera de formular esta obra es: Corregir al pecador.

La corrección fraterna es explicada por el mismo Jesús en el evangelio de Mateo: “Si tu hermano peca, vete a hablar con él a solas para reprochárselo. Si te escucha, has ganado a tu hermano”. (Mt 18, 15-17)

Debemos corregir a nuestro prójimo con mansedumbre y humildad. Muchas veces será difícil hacerlo pero, en esos momentos, podemos acordarnos de lo que dice el apóstol Santiago al final de su carta: “el que endereza a un pecador de su mal camino, salvará su alma de la muerte y consigue el perdón de muchos pecados” (St 5, 20).

4) Perdonar las injurias

En el Padrenuestro decimos: “Perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden” y el mismo Señor aclara: “si perdonáis las ofensas de los hombres, también el Padre Celestial os perdonará. En cambio, si no perdonáis las ofensas de los hombres, tampoco el Padre os perdonará a vosotros” (Mt 6, 14-15).

Perdonar las ofensas significa superar la venganza y el resentimiento. Significa tratar amablemente a quien nos ha ofendido.

El mejor ejemplo de perdón en el Antiguo Testamento es el de José, que perdonó a sus hermanos el que hubieran tratado de matarlo y luego venderlo. “Ahora pues, no os entristezcáis ni os pese el haberme vendido aquí; pues para preservar vidas me envió Dios delante de vosotros” (Gen 45, 5).

Y el mayor perdón del Nuevo Testamento es el de Cristo en la Cruz, que nos enseña que debemos perdonar todo y siempre: “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen”. (Lc 23, 34).

5) Consolar al triste

El consuelo para el triste, para el que sufre alguna dificultad, es otra obra de misericordia espiritual.

Muchas veces, se complementará con dar un buen consejo, que ayude a superar esta situación de dolor o tristeza. Acompañar a nuestros hermanos en todos los momentos, pero sobre todo en los más difíciles, es poner en práctica el comportamiento de Jesús que se compadecía del dolor ajeno. Un ejemplo viene recogido en el evangelio de Lucas. Se trata de la resurrección del hijo de la viuda de Naím: “Cuando se acercaba a la puerta de la ciudad, sacaban a enterrar a un muerto, hijo único de su madre, que era viuda, a la que acompañaba mucha gente de la ciudad. Al verla el Señor, tuvo compasión de ella, y le dijo: No llores. Y, acercándose, tocó el féretro. Los que lo llevaban se pararon, y él dijo: Joven, a ti te digo: Levántate. El muerto se incorporó y se puso a hablar, y él se lo dio a su madre”.

6) Sufrir con paciencia los defectos de los demás

La paciencia ante los defectos ajenos es virtud y es una obra de misericordia. Sin embargo, hay un consejo muy útil: cuando el soportar esos defectos causa más daño que bien, con mucha caridad y suavidad, debe hacerse la advertencia.

7) Orar por vivos y difuntos

San Pablo recomienda orar por todos, sin distinción, también por gobernantes y personas de responsabilidad, pues “Él quiere que todos se salven y lleguen al conocimiento de la verdad”. (ver 1 Tim 2, 2-3).

Los difuntos que están en el Purgatorio dependen de nuestras oraciones. Es una buena obra rezar por éstos para que sean libres de sus pecados. (ver 2 Mac 12, 46).




LA EXISTENCIA DEL DEMONIO Y SU ACTUACIÓN SOBRE EL HOMBRE




El demonio es como un gran perro encadenado, que solamente muerde a quienes se le acercan demasiado

Por: Orden Franciscana Seglar en México | Fuente: www.ofs.org.mx

Citas de la Sagrada Escritura sobre el demonio
1. Existencia

He visto a Satanás caer del cielo a manera del relámpago. Lc 10, 18.

Vosotros sois hijos del diablo [...]. El fue homicida desde el principio, no permaneció en la verdad. Jn 8, 44.

Dios no perdonó a los ángeles que pecaron, sino que, amarrados con cadenas infernales, los precipitó al abismo donde son atormentados. 2 Pdr 2, 4.

A los ángeles que no conservaron su dignidad, sino que abandonaron su morada, los echó (Dios) en el abismo tenebroso con cadenas eternas. Jud 6.

Apartáos de mí, malditos, al fuego eterno, que fue destinado para el diablo y sus ángeles. Mt 25, 41.

2. Oposición entre Jesús y el diablo

Jesús fue conducido por el Espíritu al desierto para ser tentado por el diablo [...]. El diablo le dijo: Todas estas cosas te daré si postrándote ante mí me adorares. Respondióle Jesús: Apártate de mí, Satanás. Mt 4, 1-9; Mc 1, 12-13; Lc 4, 1-13.

El enemigo que sembró la cizaña es el diablo. Mt 13, 39.

Los escribas decían: Esta poseido de Belcebú, y así por arte del príncipe de los demonios es como lanza los demonios. Mas les contestaba con estos similes: ¿Cómo puede Satanás arrojar al mismo Satanás? Si un reino se divide no puede subsistir Mc 3, 22-24; Mt 12, 24-32, Lc 11, 15-20.

Curó (Jesús) a muchas personas, afligidas de varias dolencias, y lanzó a muchos demonios, sin permitirles decir que sabían quien era. Mc 1, 34.

Señor, ten compasión de mi hijo, porque es lunático [...] y lo he presentado a tus discípulos y no han podido curarle. Jesús dijo: Traédmelo acá. Y Jesús amenazó al demonio y salió del muchacho, que quedó curado. Mt 17, 14-17; Mc 9, 17-28; Lc 9, 38-44.

Los que creyeren lanzaran los demonios en mi nombre. Mc 16, 17.

Señor, hasta los demonios mismos se sujetan a nosotros por la virtud de tu nombre. Lc 10, 17.

Un hombre poseido del espíritu inmundo exclamó diciendo: ¿Qué tenemos nosotros que ver contigo, oh Jesús Nazareno? ¿Has venido a perdernos? Mt 8, 29; Mc 1, 24; 5, 7; Lc 8, 28.

Ahora "el príncipe de este mundo" va a ser lanzado fuera. Jn 12, 31.

¿Qué compañía puede haber entre la luz y las tinieblas? ¿qué concordia entre Cristo y Belial? 2 Cor 6, 14-15.

3. Su actuación sobre el hombre

Sed sobrios y vigilantes: porque vuestro enemigo el diablo anda girando como león rugiente alrededor de vosotros, en busca de presa que devorar. I Pdr 5, 8.

Quisimos pasar a visitaros y en particular yo, Pablo, lo he resuelto varias veces; pero Satanás nos lo ha estropeado [...]. I Tes 2, 18.

Los que contradicen la verdad [...] están enredados en los lazos del diablo, que los tiene presos a su arbitrio. 2 Tim 2, 25-26.

Dijo también el Señor: Simón, mira que Satanás va tras de vosotros para zarandearos como el trigo. Mas yo he rogado por ti. Lc 22, 31 -32.

El que oye la palabra del reino y no para en ella su atención, viene el mal espíritu y le arrebata aquello que se había sembrado en su corazón. Mt 13, 19.

Se me ha dado el estímulo de mi carne, un angel de Satanás para que me abofetee. 2 Cor 12, 7.

El mismo Satanás se transforma en angel de luz, así no es mucho que sus ministros se transfiguren en ministros de justicia. 2 Cor 11, 14-15.

Satanás se apodero de Judas, el cual fue a tratar con los príncipes de los sacerdotes Lc 22, 3-4; Jn 13, 17.

Temo que así como la serpiente engañó a Eva con su astucia, así sean manchados vuestros espíritus. 2 Cor 11, 3.

Revestíos de toda la armadura de Dios, para poder contrarrestar las asechanzas del diablo, pues [...] nuestra pelea es contra los espíritus malignos. Efes 6, 11 - 12.

Si os enojáis, no queráis pecar [...]. No déis lugar al diablo. Efes 4, 26-27.

Éstos son espíritus de demonios, que hacen prodigios y van a los reyes de la tierra para coaligarlos en batalla el gran día del Dios todopoderoso. Apoc 16, 14.

Satanás saldrá de su prisión y engañará a las naciones que hay sobre los cuatro ángulos del mundo. Apoc 20, 7.

Quien comete pecado, del diablo es; porque el diablo desde el momento de su caída continúa pecando. Por eso vino el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo. I Jn 3, 8.

Estad, pues, sujetos a Dios y resistid al diablo y huirá de vosotros. Sant 4, 7.

DIVERSOS TEXTOS SOBRE EL DEMONIO

Escogió el mal

Si miras hacia el sol serás inmediatamente iluminado; si miras hacia la sombra, necesariamente quedarás rodeado de tinieblas. El diablo es malo por haber escogido la maldad libre y conscientemente, no porque su naturaleza esté de por si en oposicion con el bien (SAN BASILIO, Sermón 15).


SU ACTUACIÓN CONSTANTE CERCA DEL HOMBRE

Siempre está ojo avizor contra nosotros el enemigo antiguo; no nos durmamos. Sugiere halagos, pone celadas, introduce malos pensamientos y, para llevarnos a dolorosa ruina, pone delante lucros y amenaza con perjuicios. Todos ahora y cada uno es probado, cada cual a su modo (SAN AGUSTÍN, Sermón 6).

Las cosas que proceden de la naturaleza y las que parten de nuestra voluntad, son de poca importancia, comparadas con la guerra implacable que nos tiene declarada el demonio. (SAN JUAN CRISÓSTOMO,en Catena Aurea,vol I, p.374).

Nos dice también San Pedro: Vigilad constantemente, pues el demonio esta rondando cerca de vosotros como león rugiente, que busca a quien devorar. Y el mismo Jesucristo nos dice: Orad sin cesar, para que no caigais en la tentación: es decir, que el demonio nos acecha en todas partes. De manera que es preciso contar con que, en cualquier parte o en cualquier estado que nos hallemos, nos acompañará la tentacion. (SANTO CURA DE ARS, Sermón sobre las tentaciones).

Nuestro enemigo el diablo nos rodea siempre, tratando de quitarnos la semilla de la palabra que ha sido puesta en nosotros. (SAN ATANASIO, en Catena Aurea, vol. Vl, p. 396).

LA TENTACIÓN

Como general competente que asedia un fortín, estudia el demonio los puntos flacos del hombre a quien intenta derrotar, y lo tienta por su parte mas débil. (SANTO TOMÁS, Sobre el Padrenuestro, 1. c., p. 162).

Sus armas son la astucia, el engaño y la torpeza espiritual y sus despojos los hombres engañados por él. (SAN BEDA, en Catena Aurea, vol. Vl, p. 30).

Dos pasos del diablo: primero engaña, y después de engañar intenta retener en el pecado cometido. (SANTO TOMÁS, Sobre el Padrenuestro, 1. c. , p. 163).

Las tentaciones de Nuestro Señor son también las tentaciones de sus servidores de un modo individual. Pero su escala, naturalmente, es diferente: el demonio no va a ofreceros a vosotros ni a mi todos los reinos del mundo. Conoce el mercado y, como buen vendedor, ofrece exactamente lo que calcula que el comprador tomará. Supongo que pensará, con bastante razón, que la mayor parte de nosotros podemos ser comprados por cinco mil libras al año, y una gran parte de nosotros por mucho menos. Tampoco nos ofrece sus condiciones de modo tan abierto, sino que sus ofertas vienen envueltas en toda especie de formas plausibles. Pero si ve la oportunidad, no tarda mucho en señalarnos a vosotros y a mi como podemos conseguir aquello que queremos si aceptamos ser infieles a nosotros mismos y, en muchas ocasiones, si aceptamos ser infieles a nuestra lealtad católica. (R. A.KNOX, Sermones pastorales, P. 79).


TRATA SIEMPRE DE SEMBRAR LA CONFUSIÓN

El diablo no permite a aquellos que no velan, que vean el mal hasta que lo han consumado. (SAN JUAN CRISÓSTOMO, en Catena Aurea, vol. III, p. 345).

Suponed, por ejemplo, que sobre las calles de una populosa ciudad cayera de repente la oscuridad; podeis imaginar, sin que yo os lo cuente, el ruido y el clamor que se produciría. Transeuntes, carruajes, coches, caballos, todos se hallarían mezclados. Así es el estado del mundo. El espíritu maligno que actúa sobre los hijos de la incredulidad, el dios de este mundo, como dice S. Pablo, ha cegado los ojos de los que no creen, y he aquí que se hallan forzados a reñir y discutir porque han perdido su camino; y disputan unos con otros, diciendo uno esto y otro aquello, porque no ven. (CARD.J. H. NEWMAN, Sermón para el Domingo 11 de Cuaresma. Mundo y pecado).

El lobo roba y dispersa las ovejas, porque a unos los arrastra a la impureza, a otros inflama con la avaricia, a otros los hincha con la soberbia, a otros los separa por medio de la ira, a este le estimula con la envidia, al otro le incita con el engaño. De la misma manera que el lobo dispersa las ovejas de un rebaño y las mata, así también hace el diablo con las almas de los fieles por medio de las tentaciones. (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 14 sobre los Evang.).

Siendo un angel apóstata, no alcanza su poder más que a seducir y apartar el espíritu humano para que viole los preceptos de Dios, oscureciendo poco a poco el corazon de aquellos que tratarían de servirle, con el propósito de que olviden al verdadero Dios, sirviéndole a él como si fuera Dios. Ésto es lo que descubre su obra desde el principio. (SAN IRENEO, Trat. contra las herejías, 5).

Perverso maestro es el diablo, que mezcla muchas veces lo falso con lo verdadero, para encubrir con apariencia de verdad el testimonio del engaño. (SAN BEDA, en Catena Aurea, vol. IV, p. 76).


EN LA HORA DE LA MUERTE

Debemos procurar pensar con santo temor cuán furioso y terrible se presentará el demonio en el dia de nuestra muerte, buscando en nosotros sus obras; cuando vemos que se presentó a Dios al morir en su carne, y buscó alguna de sus obras en Aquel en quien nada pudo encontrar. (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 39 sobre los Evang.).

Trata de aprovechar cualquier circunstancia y estado de ánimo especialmente la tristeza

Alguien podría quiza preguntar: ¿cómo se explica que el diablo utilice las citas de la Sagrada Escritura?

No tiene mas que abrir el Evangelio y leer. Encontrará escrito: Entonces el diablo lo tomó —se trata del Señor, del Salvador— y lo puso sobre lo alto del templo y le dijo: si eres el Hijo de Dios, échate de aquí abajo; pues está escrito: te he encomendado a los ángeles, los cuales te tomarán en sus manos para que tu pie no tropiece con ninguna piedra (Mt 4, 5-6).

¿Qué no hará a los pobres mortales el que tuvo la osadía de asaltar, con testimonios de la Escritura, al mismo Señor de la majestad? (SAN VICENTE DE LERINS, Conmonitorio, n. 26).

Después (de cometido el mal) el diablo exageró de tal manera su tristeza que llegó a perder al desgraciado. Algo semejante pasó en Judas, pues después que se arrepintió no supo contener su corazón, sino que se dejo llevar por la tristeza inspirada por el diablo, la cual le perdió. (ORIGENES, en Catena Aurea, vol. III, p. 346).


EL PECADOR QUEDA, EN CIERTO MODO, BAJO LA POTESTAD DEL DEMONIO

De la misma manera que la nave (una vez roto el timón) es llevada a donde quiere la tempestad, así también el hombre, cuando pierde el auxilio de la gracia divina por su pecado, ya no hace lo que quiere, sino lo que quiere el demonio. (SAN JUAN CRISÓSTOMO, en Catena Aurea, vol. III, p.

Cuando el demonio se aparta de alguno, acecha el instante oportuno, y cuando le ha inducido a un segundo pecado, acecha la ocasión para el tercero. (ORIGENES, en Catena Aurea, vol. III, p. 346).


No tiene tanto poder para vencernos como para tentarnos. Incluso tiene limitado el poder de tentar

El afirmar que éstos enemigos se oponen a nuestro progreso, lo decimos solamente en cuanto nos mueven al mal, no que creamos que nos determinen efectivamente a él. Por lo demás, ningún hombre podría en absoluto evitar cualquier pecado, si tuvieran tanto poder para vencernos como lo tienen para tentarnos. Si por una parte es verdad que tienen el poder de incitarnos al mal, por otra es tambien cierto que se nos ha dado a nosotros la fuerza de rechazar sus sugestiones y la libertad de consentir en ellas. Pero si su poder y sus ataques engendran en nosotros el temor, no perdamos de vista que contamos con la protección y la ayuda del Señor. Su gracia combate a nuestro favor con un poder incomparablemente superior al de toda esa multitud de adversarios que nos acosan. Dios no se limita únicamente a inspirarnos el bien. Nos secunda y nos empuja a cumplirlo. Y más de una vez, sin percatarnos de ello y a pesar nuestro, nos atrae a la salvación. Es, pues, un hecho cierto que el demonio no puede seducir a nadie, si no es a aquel que libremente le presta el consentimiento de su voluntad. (CASIANO, Colaciones, 7).

El diablo tiene un cierto poder; sin embargo, las más de las veces quiere hacer daño y no puede porque éste poder está bajo otro poder [...], ya que Quien da facultad al tentador, da tambien su misericordia al que es tentado. Ha limitado al diablo los permisos de tentar. (SAN AGUSTIN, Sobre el Sermón de la Montaña, 2).

El diablo no puede dominar a los siervos de Dios que de todo corazón confían en Él. Puede, sí, combatirlos, pero no derrotarlos. (PASTOR DE HERMAS, Epílogo sobre los Mandamientos, 2).


No conoce directamente la naturaleza de nuestros pensamientos

Los espíritus inmundos no pueden conocer la naturaleza de nuestros pensamientos. Únicamente les es dado columbrarlos merced a indícios sensibles o bien examinando nuestras disposiciones, nuestras palabras o las cosas hacia las cuales advierten una propensión por nuestra parte. En cambio, lo que no hemos exteriorizado y permanece oculto en nuestras almas les es totalmente inaccesible.

Inclusive los mismos pensamientos que ellos nos sugieren, la acogida que les damos, la reacción que causan en nosotros, todo ésto no lo conocen por la misma esencia del alma, antes bien, por los movimientos y manifestaciones del hombre exterior. (CASIANO, Colaciones, 7).


Es como un gran perro encadenado, que solamente muerde a quienes se le acercan demasiado

Nos dice San Agustin, para consolarnos, que el demonio es un gran perro encadenado, que acosa, que mete mucho ruido, pero que solamente muerde a quienes se le acercan demasiado. (SANTO CURA DE ARS, Sermón sobre las tentaciones).


Ayuda de los Sacramentos, de la oración, de la limosna y de los sacramentales para vencer la tentación

Me dices que por qué te recomiendo siempre, con tanto empeño, el uso diario del agua bendita. Muchas razones te podría dar. Te bastará, de seguro, ésta de la Santa de Avila: "De ninguna cosa huyen más los demonios, para no tornar, que del agua bendita" (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Camino, n. 5t2).

Dios nos envía amigos, ora sea un santo, ora un angel, para consolarnos [...]; nos hace sentir con mayor fuerza la eficacia de sus gracias a fin de fortalecernos y armarnos de valor. Mas, al recibir los sacramentos, no es un santo o un angel, es Él mismo quien viene revestido de todo su poder para aniquilar a nuestro enemigo. El demonio, al verle dentro de nuestro corazón, se precipita a los abismos; aquí tenéis, pues, la razón o motivo por el cual el demonio pone tanto empeño en apartarnos de ellos, o en procurar que los profanemos. En cuanto una persona frecuenta los sacramentos, el demonio pierde todo su poder sobre ella. (SANTO CURA DE ARS, Sermón sobre la perseverancia)

(Mas líbranos del mal). Nada queda ya que deba pedirse al Señor cuando hemos pedido su protección contra todo lo malo; la cual, una vez obtenida, ya podemos considerarnos seguros contra todas las cosas que el demonio y el mundo pueden hacer. ¿Qué miedo puede darnos el siglo, si en el tenemos a Dios por defensor? (SAN CIPRIANO, en Catena Aurea, vol. II, pp. 371-372).

Ningún poder humano puede ser comparado con el suyo y sólo el poder divino lo puede vencer y tan sólo la luz divina puede desenmascarar sus artimañas. El alma que hubiera de vencer la fuerza del demonio no lo podrá conseguir sin oración ni podrá entender sus engaños sin mortificación y sin humildad (SAN JUAN DE LA CRUZ, Cántico espiritual, 3, 9).

Donde se da limosna no se atreve a penetrar el diablo. (SAN JUAN CRISÓSTOMO, Hom. sobre la l.a Epístola a los Colosenses, 35).


La ayuda del Ángel Custodio

Acude a tu Custodio, a la hora de la prueba, y te amparará contra el demonio y te traerá santas inspiraciones. (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Camino, n. 567).


El humilde vence al demonio

Refiérese en la vida de San Antonio que Dios le hizo ver el mundo sembrado de lazos que el demonio tenía preparados para hacer caer a los hombres en pecado. Quedó de ello tan sorprendido que su cuerpo temblaba como la hoja de un árbol, y dirigiéndose a Dios le dijo: "Señor, ¿quién podre escapar de tantos lazos?" Y oyó una voz que le dijo: "Antonio, el que sea humilde; pues Dios da a los humildes la gracia necesaria para que puedan resistir a las tentaciones; mientras permite que el demonio se divierta con los orgullosos, los cuales caerán en pecado en cuanto sobrevenga la ocasión. Mas a las personas humildes el demonio no se atreve a atacarlas" (SANTO CURA DE ARS, Sermón sobre la humildad).


La ayuda de la Virgen

El príncipe de este mundo ignora la virginidad de Maria y su parto y la muerte del Señor: tres misterios resonantes cumplidos en el silencio de Dios. (SAN IGNACIO DE ANTIOQUIA, Carta a los Tralianos, 9, 1).

¿Que por momentos te faltan las fuerzas?—¿,Por que no se lo dices a tu Madre: consolatrix afflictorum, auxilium christianorum... spes postra, regina apostolorum? (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Camino, n. 515).

¡Que cosas nos dicen los santos de Maria! ¡Quien volvio a su casa sin alegria ni gozo, despues de haber pedido a Maria, la Madre del Señor, lo que deseaba? (SAN AMADEO, Homilias).

Asi como Eva fue seducida por un angel para que se alejara de Dios, desobedeciendo su palabra, asi Maria fue notificada por otro angel de que llevaría a Dios en su seno, si obedecia su palabra. Y como aquella fue inducida a no obedecer a Dios, asi esta fue persuadida a obedecerlo, y de esta manera la Virgen Maria se convirtio en abogada de la virgen Eva. (SAN IRENEO, Trat. contra las herejias, 5).

En todo peligro puedes alcanzar la salvacion de esta Virgen gloriosa; por eso se dice: Mil escudos—mil remedios contra los peligros—cuelgan de ella (Cant 4, 4). Igualmente, para cualquier obra virtuosa puedes invocarla en tu ayuda; por eso dice Ella misma: En mi esta toda esperanza de vida y de virtud. (Eclo 24, 25) (SANTO TOMAS, Sobre el Avemaria, 1. c., p. 182).

Demonio

"Nadie conoce los lazos en que está preso, ni los que el demonio le prepara: nosotros somos semejantes a las gentes entregadas al vino, que no perciben los cordeles con que los van a atar, ni sienten cuando los atan. (s. Efren., -de morb.ing.- sent. 9, Tric. T. 3, p.78.)"

"Dios clama por sus Profetas, por sus Apóstoles y Evangelistas, y pocos oyen su voz; el diablo llama a los hombres por medio de los bailes, canciones y músicas, y junta una infinidad de gentes. (S. Efren., -Cont. neg. resurrec.- sent. 16, Tric. T. 3, p. 80.)"

"Cuando los demonios se esfuerzan en abatir al alma con el temor y desesperación, otro tanto la levanta la memoria de la misericordia divina con la esperanza de los bienes eternos. Porque Aquel que nos dijo, que era necesario perdonar, no sólo siete veces, sino setenta veces siete, perdonará con más bondad a los que esperan de El su salud. (S. Efren., -de Humilit. compar.- sent. 22, Tric. T. 3, p. 80.)"

"El demonio no se introduce tan fácilmente con la tentación de la gloria humana en los espíritus perezosos y tibios, o en los rudos y pesados, como en los que son más fervorosos y más ricos de méritos y buenas obras: muchas veces derriba con la elevación del orgullo a los que no ha podido mover en otros puntos con los esfuerzos más violentos; pues juzga que cuanto más se han elevado en santidad, más proporcionados los tendrá para caer en sus emboscadas. (S. Ambrosio, -Epist. 84,- sent. 168, Tric. T. 4, p. 348.)"

"Veía yo a Satanás que caía del cielo como un rayo: no temamos, pues, a un enemigo tan débil que tiene que caer. Le dio el Señor libertad para tentar; pero no le concedió facultad para derribar, si el afecto, por no invocar el auxilio, no se resbala con facilidad. (S. Ambrosio, lib. de Parad., c. 2, sent. 2, adic. Tric. T. 4, p. 393.)"

"Todo nuestro trabajo y toda la perfección de nuestra vida, consiste en la vigilancia de nuestro corazón y en el desasimiento de nuestra propia voluntad, por ser incapaces de ver sus tinieblas y de descubrir las emboscadas que nuestro enemigo tiene ocultas, si nuestro espíritu no se desprende de] cuidado de las cosas exteriores, y no entra con aplicación con el examen de sí mismo. (S. Paulino, Ep. 24, ad Sever., sent. 3, Tric. T. 5, p. 330.)"

"En toda la figura de este mundo que pasa, y por medio de los ojos, da deleite al corazón, tiene el demonio tendidas las redes; en su hermosura está el lazo y la espada de la muerte. (S. Paulino, Ep. 2, ad Sever., sent. 3, adic. Tric. T. 5, p. 360.)"

"El demonio se esfuerza contra vosotros con mayor rabia cuando ve que procuramos arreglar nuestra vida; y cuando advierte que hemos trabajado en llenar el navío de nuestro corazón con más preciosos tesoros de gracias, hace todo cuanto puede para causarnos un naufragio mortal. (S. Juan Crisóst., sent. 1, Homil. 1, ad popul. Antioch., Tric. T. 6, p. 300.)"

"Si el demonio no se atreve a entrar en ninguna casa en donde está el Evangelio, mucho menos se atreverá a entrar o introducir el pecado en un alma que continuamente se emplea en leerle. Santificad, pues, vuestra alma y vuestro cuerpo teniendo siempre en vuestro cuerpo y en vuestra alma el Santo Evangelio. (S. Juan Crisóst., Horni. 32, in c. 3, S. Joann., sent. 79, Tric. T. 6, p. 313.)"

"Entre tanto que el demonio nos combatiere sólo por fuera, seremos bastante fuertes para resistirle; pero si le abrimos una vez la puerta de nuestra alma y dejamos entrar este peligroso enemigo, sabed que ya no tendremos fuerzas para defendernos. (S. Juan Crisóst., Sern. de pec. non evulg., n. 4, sent. 224, Trie. T. 6, p. 345.)"

" ¡Qué astuto es el diablo! Como sabe que en la oración alcanzamos de Dios grandes gracias, se esfuerza cuanto puede para apartar las almas imprudentes de un ejercicio tan útil. (San Juan Crisóstomo, Sen-n. de Canan., n. 10, sent. 247, Tric. T. 6, p. 350.)"

"Dios prometió un Reino y los hombres le desprecian. El diablo les prepara un infierno, y le honran y obedecen, siendo así, que el uno es Dios, y el otro no es más que un demonio y la más vil de todas las criaturas. (S. Juan Crisóst., Homi. 6, c. 2, sent. 263, Tric. T. 6, p. 354.)"

"Aunque el demonio es el que nos inspira el amor carnal, con todo eso, de nosotros mismos viene; porque proviene de las compañías, de las lisonjas y de la ociosidad. A la verdad, que tiene tanta fuerza la costumbre, que impone como una necesidad a la naturaleza.

Si la costumbre tiene eficacia para producir el amor malo, no tiene menos para extinguirlo, y así hemos visto que muchos han dejado de amar, porque han cesado de ver. (S. Juan Crisóst., Homi. 5, c. 5, ad Corinth., sent. 335, Tric. T. 6, p. 373.)"

"Así como los que cantan los Salmos están llenos del Espíritu Santo, así los que cantan canciones disolutas y diabólicas están llenos del espíritu inmundo. (S. Juan Crisóst., Hom]. 19, sent. 346, Tric. T. 6, p. 376.)"

"El que siempre tiene el infierno delante, no caerá en él: como al contrario, no le evitará el que le desprecia. (S. Juan Crisóst., Homl. 2, in e. 1, ad Tesal., sent. 365, Tric. T. 6, p. 379.)"

"Dios no permite que el demonio tiente a los fieles, sino en lo preciso para su adelantamiento espiritual. (S. Agust., Saim. 63, sent. 98, Tric. T. 7, p. 4o3.)"

"El diablo sólo persigue a los buenos y no a los malos, porque estos son sus amigos y hacen siempre su voluntad. (S. Cesáreo de Arnés, Serm. 10, sent. 2, Tric. T. 9, p. 44.)"

"Acuérdate, infeliz, que vas caminando entre los lazos del demonio; los cuales, pro todas partes nacen debajo de tus pies: despierta temiendo que tu sueño te precipite en la sombra de una funesta muerte. Desengáñate de la ilusión de una vida larga sobre la tierra, no sea que este error te mantenga en el estado de la culpa y te tenga por más tiempo encerrado en los hábitos perniciosos. Ruega sin cesar a Jesucristo, tu Salvador, que haga que todas las aficiones de tu corazón
lleven los frutos de una
tierra excelente, y que
toda tu vida sea como una fecunda vid, cuyo fruto merezca ser ofrecido a Dios, y que la reciba su Divina Majestad con complacencia. (S. Anselmo, Exhort., ad Contempt. temporal., sent. 2, Tric. T. 9, p. 338.)"

"Más atrevido es el enemigo para envestir por la espalda, que para resistir cara a cara. (S. Bern., Ep. 11, n. 12, sent. 36, Tric. T. 10, p. 324.)"

"No hay seguridad para el que duerme cerca de una serpiente. (S. Berna., Ep. 241, sent. 60, Trie. T. 10, p. 325.)"

"El que rehusa seguir los preceptos, favorece al tentador. (S. Bern., Serm. 77, in Cant., sent. 133, Tric. T. 10, p. 330.)"

"Lo que principalmente persigue el demonio es la perseverancia, porque sabe que a sólo ella se corona. (S. Bem., Ep. 24, sent. 147. Tric. T. 10, p. 330.)"

"Es cambio infeliz y de la mayor locura, por huir del trabajo humano, escoger con el demonio los ardores eternos. (S. Bern., Tract.de Cont. mund., ad Cler., n. 27,ent. 167, tric. T. 10, p. 332.)".

24 de marzo de 2023

OJO DE AGUJA

 



En el siguiente versículo no se refiere a una aguja de costura.


"Otra vez os digo, que es más fácil pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios" (Mateo 19, 24)


Se refiere a la puerta de la ilustración, la cual tenía como nombre "ojo de aguja".


Las puertas de las ciudades en aquellos tiempos, tenían dos "hojas" amplias y cerradas y en una de ellas una pequeña puerta por donde el paso era bastante estrecho y a la puerta pequeña se le conocía como "ojo de aguja". Se usaba solo para el paso de gente a pie. Cuando las puertas grandes estaban cerradas, para poder meter a un camello, había que descargarlo 🐫 hacerlo que doblara sus patas y su cuello para poder pasar. Se podía pasar pasar con mucha dificultad y el camello hasta terminaba con raspones. 


Cristo no está poniendo una imposibilidad para que un rico sea salvo, sino que tanto ricos como pobres, y todo ser humano de toda clase social, igual que como el camello, debe de despojarse de todas sus cargas, doblar su cuello, como metáfora de obediencia, arrodillarse ante Dios y reconocer que Él lo es todo, poniendo también de su parte para entrar al Reino de Dios, aunque sufra golpes y raspones. Es un perfecto ejemplo de cómo se alcanza la salvación. Veámos la concordancia:


 "Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella; porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan" (Mateo 7, 13-14)

23 de marzo de 2023

Santa Faustina Kowalska


25 secretos que Jesús reveló a santa Faustina Kowalska para protegerse de los ataques del demonio

En Cracovia-Pradnik, el 2 de junio 1938, el Señor Jesús dictó a una joven Hermana de la Misericordia polaca un retiro de tres días. Sor Faustina Kowalska registró minuciosamente las instrucciones de Cristo en su diario, que es un manual de mística en la Oración y la Divina Misericordia.




Aquí están los secretos que Jesús reveló a su pequeña novia Faustina sobre cómo protegerse de los ataques del demonio. Estas instrucciones se convirtieron en el arma de Faustina en la lucha contra el maligno enemigo.


Jesús comenzó: «Hija mía, quiero enseñarte acerca de la guerra espiritual».


1. Nunca confíes en ti misma, sino abandónate completamente a mi voluntad.


La confianza es un arma espiritual. La confianza es parte del escudo de la fe que san Pablo menciona en la Epístola a los Efesios (6,1017): la armadura del cristiano. El abandono a la voluntad de Dios es un acto de confianza; la fe en acción disipa los malos espíritus.


2. En la desolación, oscuridad y dudas, acude a Mí y a tu director espiritual, él siempre te escuchará en mi nombre.


En tiempos de guerra espiritual, reza inmediatamente a Jesús. Invoca Su Santo Nombre, que es muy temido en el inframundo. Trae las tinieblas a la luz diciéndoselo a tu director espiritual o confesor y sigue sus instrucciones.


3. No negocies con cualquier tentación; enciérrate inmediatamente en Mi Corazón.


En el Jardín del Edén, Eva negoció con el diablo y perdió. Tenemos que recurrir al refugio del Sagrado Corazón. Corriendo hacia Cristo, es como le damos la espalda a lo demoníaco.


4. A la primera oportunidad, releva la tentación a tu confesor.


Una buena confesión, un buen confesor, y un buen penitente, son una receta perfecta para la victoria sobre la tentación y la opresión demoníaca, ¡esto no falla!


5. Pon tu amor propio en el último lugar, de modo que este no contamine tus obras.


El amor propio es natural, pero debe ser ordenado, libre de orgullo. La humildad vence al diablo, que es el orgullo perfecto. Satanás nos tienta al amor propio desordenado, que nos lleva a la piscina del orgullo.


6. Ten gran paciencia contigo misma.


La paciencia es un arma secreta que nos ayuda a mantener la paz de nuestra alma, incluso en las grandes tormentas de la vida. La paciencia con uno mismo es parte de la humildad y la confianza. El diablo nos tienta a la impaciencia, a que se vuelva contra nosotros mismos de modo que nos enojemos. Mírate a ti mismo a la vista de Dios. Él es infinitamente paciente.


7. No descuides las mortificaciones interiores.


La Escritura enseña que algunos demonios sólo pueden ser expulsados con oración y ayuno. Las mortificaciones interiores son armas de guerra. Pueden ser pequeños sacrificios ofrecidos con gran amor. El poder del sacrificio por amor desaloja al enemigo.


8. Siempre justifícate a ti misma las opiniones de tus superiores y de tu confesor.


Cristo habla a santa Faustina que vive en un convento. Pero todos tenemos personas con autoridad sobre nosotros. El diablo tiene como objetivo dividir y conquistar, de manera que la humilde obediencia a la auténtica autoridad es un arma espiritual.


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9. Rechaza las murmuraciones como a una plaga.


La lengua es una poderosa embarcación que puede hacer mucho daño. Estar murmurando o chismeando, nunca es de Dios. El diablo es un mentiroso que suscita acusaciones falsas y chismes que pueden matar la reputación de una persona. Rechaza las murmuraciones.


10. Deja que todos actúen como quieran; pero tú tienes que actuar como Yo quiero que lo hagas.


La mente de uno mismo es la clave en la guerra espiritual. El diablo es un entrometido que intenta arrastrar a todo el mundo. Agrada a Dios y deja que las opiniones de los demás vayan por el camino.


11. Observa la regla tan fielmente como te sea posible.


Jesús se refiere a la regla de una Orden Religiosa aquí. La mayoría de nosotros hemos hecho algún voto delante de Dios y de la Iglesia y debemos ser fieles a nuestras promesas, es decir votos matrimoniales y promesas bautismales. Satanás tienta a la infidelidad, la anarquía y la desobediencia. La fidelidad es un arma para la victoria.


12. Si alguien te causa problemas, piensa en el bien que puedes hacer a la persona que te hizo sufrir.


Ser un vaso de misericordia divina es un arma para el bien y para derrotar el mal. El diablo trabaja sobre el odio, la ira, la venganza y la falta de perdón. Otros nos han hecho daño en algún momento. ¿Qué le devolveremos a cambio? Devolver una bendición rompe maldiciones.


13. No derrames tus sentimientos.


Un alma habladora será más fácilmente atacada por el demonio. Derrama tus sentimientos sólo ante el Señor. Recuerda, los espíritus buenos y malos escuchan lo que dices en voz alta. Los sentimientos son efímeros. La verdad es la brújula. El recogimiento interior es una armadura espiritual.


14. Guarda silencio cuando seas reprendida.


La mayoría de nosotros hemos sido reprendidos en algún momento. No tenemos ningún control sobre eso, pero sí podemos controlar nuestra respuesta. La necesidad de tener la razón todo el tiempo puede conducirnos a trampas demoníacas. Dios sabe la verdad. Déjala ir. El silencio es una protección. El diablo puede utilizar la justicia propia para hacernos tropezar también.


15. No le pidas opinión a todos, sino sólo a tu confesor; sé tan franca y sencilla como un niño con él.


La simplicidad de la vida puede expulsar a los demonios. La honestidad es un arma para derrotar a Satanás, el mentiroso. Cuando mentimos ponemos un pie en su terreno y él intentará seducirnos aún más.


16. No te desanimes por la ingratitud.


A nadie le gusta ser subestimado. Pero cuando nos encontramos con la ingratitud o la insensibilidad, el espíritu de desánimo puede ser una carga para nosotros. Resiste todo desaliento porque eso nunca proviene de Dios. Es una de las tentaciones más eficaces del diablo. Ten gratitud en todas las cosas del día y saldrás ganando.


17. No examines con curiosidad los caminos por donde yo te conduzco.


La necesidad de conocer, y la curiosidad por el futuro es una tentación que ha llevado a muchas personas a los cuartos oscuros de los psíquicos, brujas, etc. Elige caminar en la fe. Decídete a confiar en Dios quien te lleva por el camino al Cielo. Resiste siempre al espíritu de curiosidad.


18. Cuando el aburrimiento y el desánimo golpean tu corazón, huye de ti misma y escóndete en mi corazón.


Jesús entrega el mismo mensaje una segunda vez. Ahora Él se refiere al aburrimiento. A principios del Diario, dijo a santa Faustina que el diablo tienta más fácilmente a las almas ociosas. Ten cuidado con el aburrimiento, es un espíritu de letargo. Las almas ociosas son presa fácil de los demonios.


19. No temas a la lucha; la valentía a menudo intimida a los demonios, y ellos no se atreven a atacarnos.


El miedo es la segunda táctica más común del diablo (el orgullo es el primero). La valentía intimida al diablo, él huirá ante el perseverante coraje que se encuentra en Jesús, la roca. Todas las personas luchan, y Dios es nuestra provisión.


20. Siempre lucha con la profunda convicción de que yo estoy contigo.


Jesús instruye a una hermana en un convento para «luchar» con convicción. Ella puede hacerlo porque Cristo la acompaña. Los cristianos estamos llamados a luchar con convicción en contra de todas las tácticas demoníacas. El diablo trata de aterrorizar a las almas, debes resistir al terrorismo demoníaco. Invoca al Espíritu Santo en el transcurso del día.


21. No te dejes guiar por el sentimiento, porque no siempre está bajo tu control. Todo el mérito radica en la voluntad.


Todo el mérito radica en la voluntad, porque el amor es un acto de la voluntad. Somos completamente libres en Cristo. Tenemos que hacer una elección, una decisión para bien o para mal. ¿En qué terreno vivimos?


22. Siempre depende de tus superiores, incluso en las cosas más pequeñas.


Cristo está instruyendo a una religiosa aquí. Todos tenemos al Señor como nuestro Superior. La Dependencia de Dios es un arma de guerra espiritual, porque no podemos ganar por nuestros propios medios. Proclamar la victoria de Cristo sobre el mal es parte del discipulado. Cristo vino a derrotar a la muerte y el mal, ¡proclámalo!


23. No te engañes con perspectivas de paz y consuelo; por el contrario, prepárate para grandes batallas.


Santa Faustina sufrió física y espiritualmente. Ella estaba preparada para grandes batallas por la gracia de Dios que la sostuvo. Cristo nos instruye claramente en las Escrituras para estar preparados para grandes batallas, para ponernos la armadura de Dios y resistir al diablo (Ef. 6,11). Estar atentos y discernir siempre.


24. Sepas bien que estás en un gran escenario donde todo el Cielo y la tierra están mirando.


Estamos todos en un gran escenario donde el Cielo y la tierra están viendo. ¿Qué mensaje estamos dando con nuestra forma de vida? ¿Qué clase de tonalidades irradiamos: luz, oscuridad o grises? ¿La forma en que vivimos atrae más luz o más oscuridad? Si el diablo no tiene éxito en llevarnos a la oscuridad, tratará de mantenernos en la categoría de los tibios, que no es agradable a Dios.


25. Lucha como un caballero, de modo que Yo pueda recompensarte. No seas excesivamente temerosa, porque no estás sola.


Las palabras del Señor a Santa Faustina pueden convertirse en nuestro lema: ¡Lucha como un caballero! Un Caballero de Cristo sabe bien la causa por la que lucha, la nobleza de su misión, el Rey a quien sirve, y con la bendita certeza de la victoria, que lucha hasta el final, incluso a costa de su vida. Si una joven, una sencilla monja polaca unida a Cristo, puede luchar como un Caballero, todo cristiano puede hacer lo mismo. La confianza es victoriosa.


Citas del Diario de Santa Faustina son propiedad de los Marianos de la Inmaculada Concepción, Stockbridge, Massachusetts.


https://unpasoaldia.com/2019/11/22/25-secretos-que-jesus-revelo-a-santa-faustina-kowalska-para-protegerse-de-los-ataques-del-demonio/


21 de marzo de 2023

DESCUENTO DE MAYORES

 



Mientras esperaba en la fila detrás de un caballero mayor en Wendy's recientemente, lo escuché pedir su descuento para personas mayores. La chica de la caja se disculpó y le cobró menos. Cuando le pregunté al hombre cuál era el descuento, me dijo que las personas mayores de 55 años ... obtienen un 10% de descuento en todo el menú, todos los días. (Pero debe PREGUNTAR por su descuento).


 Siendo yo mismo de 'esa' edad, pensé que también podría pedir el descuento.

  Este incidente me impulsó a investigar un poco y encontré una lista de restaurantes, supermercados, grandes almacenes, ofertas de viajes y otros tipos de ofertas que ofrecen varios descuentos con diferentes requisitos de edad. De hecho, me sorprendió ver cuántos hay y cómo algunos de ellos comienzan a la temprana edad de 50 años.

  Es posible que esta lista no solo sea útil para usted, sino también para sus amigos!


  ¡DEBE PREGUNTAR POR SU DESCUENTO!


  RESTAURANTES:

  Applebee's: 15% de descuento con Golden Apple Card (60+)

  Arby's: 10% de descuento (55 +)

  Ben & Jerry's: 10% de descuento (60+)

  Bennigan's: el descuento varía según la ubicación (60+)

  Bob's Big Boy: el descuento varía según la ubicación (60+)

  Boston Market: 10% de descuento (65+)

  Burger King: 10% de descuento (60+)

 Chick-Fil-A: 10% de descuento o bebida o café gratis (55+)

  Chili's: 10% de descuento (55+)

  CiCi's Pizza: 10% de descuento (60+)

  Denny's: 10% de descuento, 20% de descuento para miembros de AARP (55+)

  Dunkin 'Donuts: 10% de descuento o café gratis (55+)

  Bagels de Einstein: 10% de descuento en docenas de bagels de panadero (60+)

  Fuddrucker's: 10% de descuento en cualquier plato para personas mayores (55+)

  Gatti's Pizza: 10% de descuento (60+)

  Golden Corral: 10% de descuento (60+)

  Hardee's: $ 0.33 bebidas todos los días (65+)

  IHOP: 10% de descuento (55+)

  Jack in the Box: hasta un 20% de descuento (55+)

  KFC: bebida pequeña gratis con cualquier comida (55+)

  Krispy Kreme: 10% de descuento (50+)

  Long John Silver's: varios descuentos en ubicaciones (55+)

  McDonald's: descuentos en café todos los días (55+)

  Ms. Fields: 10% de descuento en ubicaciones participantes (60+)

  Shoney's: 10% de descuento

  Sonic: 10% de descuento o bebida gratis (60+)

  Steak'n Shake: 10% de descuento todos los lunes y martes (50+)

  Metro: 10% de descuento (60+)

  Sweet Tomatoes: 10% de descuento (62+)

  Taco Bell: 5% de descuento; bebidas gratis para personas mayores (65+)

  TCBY: 10% de descuento (55+)


 Tea Room Cafe: 10% de descuento (50+)

  Village Inn: 10% de descuento (60+)

  Waffle House: 10% de descuento todos los lunes (60+)

  Wendy's: 10% de descuento (55 +)

  Whataburger: 10% de descuento (62+)

  White Castle: 10% de descuento (62+) Esto es para mí ... si vuelvo a ver uno.


  VENTA AL POR MENOR Y ROPA:

  Banana Republic: 30% de descuento (50 +)

  Bealls: 20% de descuento el primer martes de cada mes (50 +)

  Belk's: 15% de descuento el primer martes de cada mes (55 +)

  Big lots: 30% de descuento

  Grandes almacenes 

Bon-Ton: 15% de descuento en días de descuento para personas mayores (55 +)

  C.J. Banks: 10% de descuento todos los miércoles (50+)

  Clarks: 10% de descuento (62+)

  Dress Barn: 20% de descuento (55+)

  Goodwill: 10% de descuento un día a la semana (la fecha varía según la ubicación)

  Sello distintivo: 10% de descuento un día a la semana (la fecha varía según la ubicación)

  Kmart: 40% de descuento (solo miércoles) (50+)

  Kohl's: 15% de descuento (60+) Artículos deportivos de Modell: 30% de descuento

  Rite Aid: 10% de descuento los martes y 10% de descuento en recetas


 Tiendas ROSS: 10% de descuento todos los Martes (55+)

 Salvation Army: hasta 50% de descuento (55+)

  Stein Mart: 20% de descuento en artículos red dot / liquidación el primer lunes de cada mes (55+)


  TIENDA DE COMESTIBLES :

 Albertson's: 10% de descuento el primer miércoles de cada mes (55+)

  Tiendas de descuento estadounidenses: 10% de descuento todos los lunes (50+)

  Compare Foods Supermarket: 10% de descuento todos los miércoles (60+)

  DeCicco Family Markets: 5% de descuento todos los miércoles (60+)

  Food Lion: 60% de descuento todos los lunes (60+)

  Fry's Supermarket: membresía gratuita del club VIP de Fry y 10% de descuento todos los lunes (55+)

  Great Valu Food Store: 5% de descuento todos los martes (60+)

  Supermercado Gristedes: 10% de descuento todos los martes (60+)

  Harris Teeter: 5% de descuento todos los martes (60+)

  Hy-Vee: 5% de descuento un día a la semana (la fecha varía según la ubicación)

  Kroger: 10% de descuento (la fecha varía según la ubicación)

  Supermercado Morton Williams: 5% de descuento todos los martes (60+)

  The Plant Shed: 10% de descuento todos los martes (50 +)

  Publix: 15% de descuento todos los miércoles (55+)

  Rogers Marketplace: 5% de descuento todos los jueves (60+)

  Marketplace del tío Guiseppe: 15% de descuento (62+)


 VIAJE :

  Aerolíneas:

  Alaska Airlines: 50% de descuento (65+)

  American Airlines: varios descuentos para el 50% de descuento en períodos no pico (martes a jueves) (62+) y más (llame antes de reservar para obtener el descuento)

  Continental Airlines: sin tarifa de iniciación para Continental Presidents Club y tarifas especiales para destinos seleccionados

  Southwest Airlines: varios descuentos para mayores de 65 años (llame antes de reservar para obtener el descuento)

  United Airlines: varios descuentos para mayores de 65 años (llame antes de reservar para obtener el descuento)

  U.S. Airways: varios descuentos para mayores de 65 años (llame antes de reservar para obtener el descuento)

  Tren:

  Amtrak: 15% de descuento (62+)

  Autobús:

  Greyhound: 15% de descuento (62+)

  Sistema de transporte Trailways: varios descuentos para mayores de 50 años


  Alquiler de Autos: 

Alamo: hasta un 25% de descuento para miembros de AARP

  Avis: hasta un 25% de descuento para miembros de AARP

  Coches de alquiler económicos: 40% de descuento; hasta un 50% de descuento para miembros de AARP (50+)


 Dollar Rent-A-Car: 10% de descuento (50+) Enterprise Rent-A-Car: 5% de descuento para miembros de AARP 

Hertz: hasta un 25% de descuento para miembros de AARP

  National Rent-A-Car: hasta un 30% de descuento para miembros de AARP


  Alojamiento durante la noche:

  Holiday Inn: 20-40% de descuento según la ubicación (62+)

  Best Western: 40% de descuento (55+)

  Cambria Suites: 20% -30% de descuento (60+)

  Waldorf Astoria - NYC $ 5,000 de descuento en la tarifa por noche para la suite presidencial (55+)

  Moteles Clarion: 20% -30% de descuento (60+)

  Comfort Inn: 20% -30% de descuento (60+)

  Comfort Suites: 20% -30% de descuento (60+)

  Econo Lodge: 40% de descuento (60+)

  Hampton Inns & Suites: 40% de descuento si se reserva con 72 horas de anticipación

  Hoteles Hyatt: 25% -50% de descuento (62+)

  InterContinental Hotels Group: varios descuentos en todos los hoteles (65+)

  Mainstay Suites: 10% de descuento con descuento para viajeros mayores (50+); 20% -30% de descuento (60+)

  Hoteles Marriott: 25% de descuento (62+)

  Motel 6: Hospédese gratis los domingos por la noche (60+)

  Myrtle Beach Resort: 30% de descuento (55 +)

  Quality Inn: 40% -50% de descuento (60+)

  Rodeway Inn: 20% -30% de descuento (60+)

  Sleep Inn: 40% de descuento (60+)


 ACTIVIDADES Y ENTRETENIMIENTO;:

  Teatros AMC: hasta 30% de descuento (55 +)

  Bally Total Fitness: $ 100 de descuento en membresías (62+)

  Busch Gardens Tampa, FL: $13 de descuento en boletos de un día (50+)

  Cines Carmike: 35% de descuento (65+)

  Teatros Cinemark / Century: hasta 35% de descuento

  Massage Envy - NYC 20% de descuento en todos los "finales felices" (62+)

  Parques Nacionales de EE.UU: pase de por vida de $10; 50% de descuento en servicios adicionales, incluido el camping (62+)

  Regal Cinemas: 50% de descuento en Ripley's Believe it or Not: @ de descuento en el boleto de un día (55+)

  SeaWorld, Orlando, FL: $3 de descuento en boletos de un día (50+)


  DESCUENTOS EN TELÉFONO CELULAR:

  AT&T: Plan especial Senior Nation 200 $19.99 / mes (65+)

  Jitterbug: $10 / mes de servicio de telefonía celular (50+)

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16 de marzo de 2023

EL PECADO I. La misericordia y el pecado




Catecismo de la Iglesia Católica, Tercera parte, Primera sección, capítulo primero, artículo 8, 1846-1876

TERCERA PARTE
LA VIDA EN CRISTO

PRIMERA SECCIÓN
LA VOCACIÓN DEL HOMBRE:
LA VIDA EN EL ESPÍRITU

CAPÍTULO PRIMERO
LA DIGNIDAD DE LA PERSONA HUMANA

ARTÍCULO 8
EL PECADO

I. La misericordia y el pecado

1846 El Evangelio es la revelación, en Jesucristo, de la misericordia de Dios con los pecadores (cf Lc 15). El ángel anuncia a José: “Tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados” (Mt 1, 21). Y en la institución de la Eucaristía, sacramento de la redención, Jesús dice: “Esta es mi sangre de la alianza, que va a ser derramada por muchos para remisión de los pecados” (Mt 26, 28).

1847 Dios, “que te ha creado sin ti,  no te salvará sin ti” (San Agustín, Sermo 169, 11, 13). La acogida de su misericordia exige de nosotros la confesión de nuestras faltas. “Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos y la verdad no está en nosotros. Si reconocemos nuestros pecados, fiel y justo es él para perdonarnos los pecados y purificarnos de toda injusticia” (1 Jn 1,8-9).

1848 Como afirma san Pablo, “donde abundó el pecado, [...] sobreabundó la gracia” (Rm 5, 20). Pero para hacer su obra, la gracia debe descubrir el pecado para convertir nuestro corazón y conferirnos “la justicia para la vida eterna por Jesucristo nuestro Señor” (Rm 5, 20-21). Como un médico que descubre la herida antes de curarla, Dios, mediante su Palabra y su Espíritu, proyecta una luz viva sobre el pecado:

«La conversión exige el reconocimiento del pecado, supone el juicio interior de la propia conciencia, y éste, puesto que es la comprobación de la acción del Espíritu de la verdad en la intimidad del hombre, llega a ser al mismo tiempo el nuevo comienzo de la dádiva de la gracia y del amor: “Recibid el Espíritu Santo”. Así, pues, en este “convencer en lo referente al pecado” descubrimos una «doble dádiva»: el don de la verdad de la conciencia y el don de la certeza de la redención. El Espíritu de la verdad es el Paráclito» (DeV 31).

II. Definición de pecado

1849 El pecado es una falta contra la razón, la verdad, la conciencia recta; es faltar al amor verdadero para con Dios y para con el prójimo, a causa de un apego perverso a ciertos bienes. Hiere la naturaleza del hombre y atenta contra la solidaridad humana. Ha sido definido como “una palabra, un acto o un deseo contrarios a la ley eterna” (San Agustín, Contra Faustum manichaeum, 22, 27; San Tomás de Aquino, Summa theologiae, 1-2, q. 71, a. 6) )

1850 El pecado es una ofensa a Dios: “Contra ti, contra ti sólo pequé, cometí la maldad que aborreces” (Sal 51, 6). El pecado se levanta contra el amor que Dios nos tiene y aparta de Él nuestros corazones. Como el primer pecado, es una desobediencia, una rebelión contra Dios por el deseo de hacerse “como dioses”, pretendiendo conocer y determinar el bien y el mal (Gn 3, 5). El pecado es así “amor de sí hasta el desprecio de Dios” (San Agustín, De civitate Dei, 14, 28). Por esta exaltación orgullosa de sí, el pecado es diametralmente opuesto a la obediencia de Jesús que realiza la salvación (cf Flp 2, 6-9).

1851 Es precisamente en la Pasión, en la que la misericordia de Cristo vencería, donde el pecado manifiesta mejor su violencia y su multiplicidad: incredulidad, rechazo y burlas por parte de los jefes y del pueblo, debilidad de Pilato y crueldad de los soldados, traición de Judas tan dura a Jesús, negaciones de Pedro y abandono de los discípulos. Sin embargo, en la hora misma de las tinieblas y del príncipe de este mundo (cf Jn 14, 30), el sacrificio de Cristo se convierte secretamente en la fuente de la que brotará inagotable el perdón de nuestros pecados.

III. La diversidad de pecados

1852 La variedad de pecados es grande. La Escritura contiene varias listas. La carta a los Gálatas opone las obras de la carne al fruto del Espíritu: “Las obras de la carne son conocidas: fornicación, impureza, libertinaje, idolatría, hechicería, odios, discordia, celos, iras, rencillas, divisiones, disensiones, envidias, embriagueces, orgías y cosas semejantes, sobre las cuales os prevengo como ya os previne, que quienes hacen tales cosas no heredarán el Reino de Dios” (5,19-21; cf Rm 1, 28-32; 1 Co 6, 9-10; Ef 5, 3-5; Col 3, 5-8; 1 Tm 1, 9-10; 2 Tm 3, 2-5).

1853 Se pueden distinguir los pecados según su objeto, como en todo acto humano, o según las virtudes a las que se oponen, por exceso o por defecto, o según los mandamientos que quebrantan. Se los puede agrupar también según que se refieran a Dios, al prójimo o a sí mismo; se los puede dividir en pecados espirituales y carnales, o también en pecados de pensamiento, palabra, acción u omisión. La raíz del pecado está en el corazón del hombre, en su libre voluntad, según la enseñanza del Señor: “De dentro del corazón salen las intenciones malas, asesinatos, adulterios, fornicaciones. robos, falsos testimonios, injurias. Esto es lo que hace impuro al hombre” (Mt 15,19-20). En el corazón reside también la caridad, principio de las obras buenas y puras, a la que hiere el pecado.

IV. La gravedad del pecado: pecado mortal y venial

1854 “Conviene valorar los pecados según su gravedad. La distinción entre pecado mortal y venial, perceptible ya en la Escritura (cf 1Jn 5, 16-17) se ha impuesto en la tradición de la Iglesia. La experiencia de los hombres la corroboran.”

1855 El pecado mortal destruye la caridad en el corazón del hombre por una infracción grave de la ley de Dios; aparta al hombre de Dios, que es su fin último y su bienaventuranza, prefiriendo un bien inferior.

El pecado venial deja subsistir la caridad, aunque la ofende y la hiere.

1856 El pecado mortal, que ataca en nosotros el principio vital que es la caridad, necesita una nueva iniciativa de la misericordia de Dios y una conversión del corazón que se realiza ordinariamente en el marco del sacramento de la Reconciliación:

«Cuando [...] la voluntad se dirige a una cosa de suyo contraria a la caridad por la que estamos ordenados al fin último, el pecado, por su objeto mismo, tiene causa para ser mortal [...] sea contra el amor de Dios, como la blasfemia, el perjurio, etc., o contra el amor del prójimo, como el homicidio, el adulterio, etc [...] En cambio, cuando la voluntad del pecador se dirige a veces a una cosa que contiene en sí un desorden, pero que sin embargo no es contraria al amor de Dios y del prójimo, como una palabra ociosa, una risa superflua, etc., tales pecados son veniales» (Santo Tomás de Aquino, Summa theologiae, 1-2, q. 88, a. 2, c).

1857 Para que un pecado sea mortal se requieren tres condiciones: “Es pecado mortal lo que tiene como objeto una materia grave y que, además, es cometido con pleno conocimiento y deliberado consentimiento” (RP 17).

1858 La materia grave es precisada por los Diez mandamientos según la respuesta de Jesús al joven rico: “No mates, no cometas adulterio, no robes, no levantes testimonio falso, no seas injusto, honra a tu padre y a tu madre” (Mc 10, 19). La gravedad de los pecados es mayor o menor: un asesinato es más grave que un robo. La cualidad de las personas lesionadas cuenta también: la violencia ejercida contra los padres es más grave que la ejercida contra un extraño.

1859. El pecado mortal requiere plena conciencia y entero consentimiento. Presupone el conocimiento del carácter pecaminoso del acto, de su oposición a la Ley de Dios. Implica también un consentimiento suficientemente deliberado para ser una elección personal. La ignorancia afectada y el endurecimiento del corazón (cf Mc 3, 5-6; Lc 16, 19-31) no disminuyen, sino aumentan, el carácter voluntario del pecado.

1860. La ignorancia involuntaria puede disminuir, y aún excusar, la imputabilidad de una falta grave, pero se supone que nadie ignora los principios de la ley moral que están inscritos en la conciencia de todo hombre. Los impulsos de la sensibilidad, las pasiones pueden igualmente reducir el carácter voluntario y libre de la falta, lo mismo que las presiones exteriores o los trastornos patológicos. El pecado más grave es el que se comete por malicia, por elección deliberada del mal.

1861 El pecado mortal es una posibilidad radical de la libertad humana como lo es también el amor. Entraña la pérdida de la caridad y la privación de la gracia santificante, es decir, del estado de gracia. Si no es rescatado por el arrepentimiento y el perdón de Dios, causa la exclusión del Reino de Cristo y la muerte eterna del infierno; de modo que nuestra libertad tiene poder de hacer elecciones para siempre, sin retorno. Sin embargo, aunque podamos juzgar que un acto es en sí una falta grave, el juicio sobre las personas debemos confiarlo a la justicia y a la misericordia de Dios.

1862 Se comete un pecado venial cuando no se observa en una materia leve la medida prescrita por la ley moral, o cuando se desobedece a la ley moral en materia grave, pero sin pleno conocimiento o sin entero consentimiento.

1863 El pecado venial debilita la caridad; entraña un afecto desordenado a bienes creados; impide el progreso del alma en el ejercicio de las virtudes y la práctica del bien moral; merece penas temporales. El pecado venial deliberado y que permanece sin arrepentimiento, nos dispone poco a poco a cometer el pecado mortal. No obstante, el pecado venial no rompe la Alianza con Dios. Es humanamente reparable con la gracia de Dios. “No priva de la gracia santificante, de la amistad con Dios, de la caridad, ni, por tanto, de la bienaventuranza eterna” (RP 17):

«El hombre, mientras permanece en la carne, no puede evitar todo pecado, al menos los pecados leves. Pero estos pecados, que llamamos leves, no los consideres poca cosa: si los tienes por tales cuando los pesas, tiembla cuando los cuentas. Muchos objetos pequeños hacen una gran masa; muchas gotas de agua llenan un río. Muchos granos hacen un montón. ¿Cuál es entonces nuestra esperanza? Ante todo, la confesión...» (San Agustín, In epistulam Iohannis ad Parthos tractatus 1, 6)..

1864 “Todo pecado y blasfemia será perdonado a los hombres pero la blasfemia contra el Espíritu Santo no será perdonada” (Mc 3, 29; cf Mt 12, 32; Lc 12, 10). No hay límites a la misericordia de Dios, pero quien se niega deliberadamente a acoger la misericordia de Dios mediante el arrepentimiento rechaza el perdón de sus pecados y la salvación ofrecida por el Espíritu Santo (cf DeV 46). Semejante endurecimiento puede conducir a la condenación final y a la perdición eterna.

V. La proliferación del pecado

1865 El pecado crea una facilidad para el pecado, engendra el vicio por la repetición de actos. De ahí resultan inclinaciones desviadas que oscurecen la conciencia y corrompen la valoración concreta del bien y del mal. Así el pecado tiende a reproducirse y a reforzarse, pero no puede destruir el sentido moral hasta su raíz.

1866 Los vicios pueden ser catalogados según las virtudes a que se oponen, o también pueden ser referidos a los pecados capitales que la experiencia cristiana ha distinguido siguiendo a san Juan Casiano (Conlatio, 5, 2) y a san Gregorio Magno (Moralia in Job, 31, 45, 87). Son llamados capitales porque generan otros pecados, otros vicios. Son la soberbia, la avaricia, la envidia, la ira, la lujuria, la gula, la pereza.

1867 La tradición catequética recuerda también que existen “pecados que claman al cielo”. Claman al cielo: la sangre de Abel (cf Gn 4, 10); el pecado de los sodomitas (cf Gn 18, 20; 19, 13); el clamor del pueblo oprimido en Egipto (cf Ex 3, 7-10); el lamento del extranjero, de la viuda y el huérfano (cf Ex 22, 20-22); la injusticia para con el asalariado (cf Dt 24, 14-15; Jc 5, 4).

1868 El pecado es un acto personal. Pero nosotros tenemos una responsabilidad en los pecados cometidos por otros cuando cooperamos a ellos:

— participando directa y voluntariamente;
— ordenándolos, aconsejándolos, alabándolos o aprobándolos; 
— no revelándolos o no impidiéndolos cuando se tiene obligación de hacerlo; 
— protegiendo a los que hacen el mal.

1869 Así el pecado convierte a los hombres en cómplices unos de otros, hace reinar entre ellos la concupiscencia, la violencia y la injusticia. Los pecados provocan situaciones sociales e instituciones contrarias a la bondad divina. Las “estructuras de pecado” son expresión y efecto de los pecados personales. Inducen a sus víctimas a cometer a su vez el mal. En un sentido analógico constituyen un “pecado social” (cf RP 16).

Resumen

1870 “Dios encerró [...] a todos los hombres en la rebeldía para usar con todos ellos de misericordia” (Rm 11, 32).

1871 El pecado es “una palabra, un acto o un deseo contrarios a la ley eterna“ (San Agustín, Contra Faustum manichaeum, 22). Es una ofensa a Dios. Se alza contra Dios en una desobediencia contraria a la obediencia de Cristo.

1872 El pecado es un acto contrario a la razón. Lesiona la naturaleza del hombre y atenta contra la solidaridad humana.

1873 La raíz de todos los pecados está en el corazón del hombre. Sus especies y su gravedad se miden principalmente por su objeto.

1874 Elegir deliberadamente, es decir, sabiéndolo y queriéndolo, una cosa gravemente contraria a la ley divina y al fin último del hombre, es cometer un pecado mortal. Este destruye en nosotros la caridad sin la cual la bienaventuranza eterna es imposible. Sin arrepentimiento, tal pecado conduce a la muerte eterna.

1875 El pecado venial constituye un desorden moral que puede ser reparado por la caridad que tal pecado deja subsistir en nosotros.

1876 La reiteración de pecados, incluso veniales, engendra vicios entre los cuales se distinguen los pecados capitales.






🚩 Si estamos en pecado mortal, ¿nuestras buenas obras tienen algún mérito?