De la violencia social a agresión de lo natural

ARTURO MASSOL-DEYÁ

29 Marzo 2011

La escandalosa violencia que observamos en las cifras alcistas de asesinatos refleja una degeneración colapsante de un orden social muy imperfecto y mal gobernado. La violencia que arropa al País reduce la autoestima de un pueblo, provocando incertidumbre y gran inseguridad.

Pese a que nuestra nacionalidad posee una identidad muy definida, fuerte y clara, no es menos cierto que la erosión del carácter se siente. La educación hueca, la cultura de la enajenación, el agobio de los medios, la alta dependencia de lo material para disfrutar del ocio y la falta de oportunidades son factores que agravan esta realidad.

Las contradicciones de la sociedad, junto a un gobierno enajenado de la realidad, desemboca en violentas y graves repercusiones. La agresión de género, el desprecio a las comunidades, el criminalizar a los estudiantes, al Colegio de Abogados y a sectores ambientalistas que defienden el patrimonio natural de todos, evidencia el grado en escalada de la violencia de Estado a diferentes niveles de la sociedad.

La violencia sobre los recursos naturales con propuestas de claro menosprecio al valor de la vida natural -la humana incluida- es señal clara de las amenazas que enfrentamos. Mientras una vida se extingue con el asesinato, ¿qué tal proponer impactar a especies amenazadas al borde de la extinción? La boa puertorriqueña, el coquí llanero, el Guabairo por mencionar algunos. ¿Qué tal atentar contra diez, veinte, más de treinta especies con una sola propuesta de infraestructura? ¿No es este un acto criminal tan irreversible como la pérdida de una vida humana? Tal es la propuesta del gasoducto de Fortuño, Cordero y EcoEléctrica-FENOSA.

Nos llenan de temor, incertidumbre e inseguridad con la propuesta de la “Vía Verde” o gasoducto del norte. Sendas explosiones de gasoductos en lo que va de año son claros atentados contra la vida humana. Después de la explosiva que sacudió a San Bruno en California, este año han ocurrido varias a la semana. Michigan, Filadelfia, Ohio, México, China, Egipto, Irak, Pensilvania, Ohio, otra vez. Esta última explosión provocó una estela de 5 muertes incluyendo un infante, 50 edificios averiados y más de 600 evacuados. Más reciente fue Minnesota, ¿dónde será la próxima? Estas desgracias deben servir de aviso claro al riesgo criminal que nos conducen los proponentes de Vía Verde. ¡Sobre 120,000 personas estarían viviendo en zonas de riesgo permanente por el tubo de gas!

Atajar las diferentes caras de la violencia puede lograrse con una educación creadora. A diferencia de la educación mecánica que practica el Estado, la educación creadora está acompañada de experiencias inmediatas que activan el conocimiento y la memoria por medio de los sentidos, con resonancia en la consciencia. Así que la educación mecánica, la que practica nuestro sistema público de enseñanza, es superficial y no tiene eco en el intelecto porque no hay reflexión. No se produce resonancia. Por tanto, no permitirá una expansión de la conciencia que es lo que perseguimos como ideal educativo para enfrentar la violencia, proteger nuestro entorno y potenciar la madurez social.

Este marco conceptual guía a Casa Pueblo en su agenda cotidiana de educar con el conocimiento que nace de la práctica para producir cambios. Abrazamos lo dicho por Eugenio María de Hostos como respuesta a la criminalidad: “No habrá necesidad de que la educación común se ponga a hacer sabios, sino de que se ponga a formar hombres [y mujeres]”.

La reducción de los espacios de vida social por la violencia se siente. También se siente la reducción de nuestros espacios de vida natural. Ambas mermas obligan a la sociedad a tomar acción para salvar los mismos. Es hora de que busquemos mejores alternativas que protejan nuestra sanidad mental y que fortalezcan nuestra autoestima colectiva a través de la alta valoración y respeto por lo natural. ¡No más propuestas de violencia e inseguridad! ¡Protejamos el Carso del Norte, la Reserva Natural del Corredor Ecológico del Noreste! ¡No a los incineradores que envenenan el aire y sí a la vida y fuentes de generación energética renovables, limpias y seguras!

Fuente:

http://www.elnuevodia.com/columna-delaviolenciasocialaagresiondelonatural-925718.html

NO A LA INCINERACION A LAS SUSTANCIAS TOXICAS

NO A LA INCINERACION A LAS SUSTANCIAS TOXICAS



ENTERATE - En el Barrio Sabanetas-Maní de Mayagüez hay un almacén en donde tambien ha estado operando una incineradora con permisos para quemar 386 sustancias tóxicas y peligrosas primero pertenecientes a la Lilly del Caribe y ahora a la ”Heritage Environmental Services” (HES), antigua Lilly. Allí, por 4 décadas han estado incinerando solventes inflamables, clasificados como peligrosos por ser tóxicos y dañinos a la salud de los humanos, de otros seres y del ambiente.

HES recibe y procesa los desperdicios peligrosos, tóxicos e inflamables que generan 3 plantas farmacéuticas de la Lilly en Carolina y Guayama con planes de servir a más clientes.

Por la presión ciudadana, en septiembre del 2010 la HES ha anunciado que los desperdicios que llegan a Mayagüez ya no se estarían incinerando. Sin embargo, se continúa con el transporte por las carreteras, se acopian y almacenan sustancias toxicas que luego se embarcan a Estados Unidos desde el puerto de San Juan. Por lo tanto, el transporte de los desperdicios peligrosos prácticamente circunvala la Isla poniendo en riesgo muchas poblaciones.

El Gobierno de PR otorgó a HES el 90% de exención contributiva y tiene 10 personas empleadas.



Los Incineradores causan enfermedades –En Puerto Rico, un país densamente poblado, hay 57 instalaciones industriales o militares que generan tóxicos peligrosos de los cuales 16 están altamente contaminados. Además hay unas 724 empresas como lavanderías, comercios, hospitales, farmacéuticas, e industrias de plásticos que liberan al aire todo tipo de sustancias tóxicas peligrosas. Entre las sustancias que queman unas son cancerígenas, otras causan asma y alergias en la piel, y otros dañan los sistemas cardiovasculares además del nervioso que se asocia con las enfermedades de Parkinson, Alzheimer, autismo, hiperactividad y otros.

En Mayagüez: ¿Qué existe alrededor de ese almacén de desperdicios peligrosos? – Hay una alta densidad poblacional en vecindarios, urbanizaciones, comunidades costeras y una multitud en la montaña que pertenecen a los barrios de los municipios de Mayagüez y Añasco. Cuando operaban el incinerador, en la periferia también estaban expuestas a sus emisiones las grandes concentraciones de poblaciones de la Región Oeste incluyendo las que ubican en la Zona Montañosa pues las brisas marinas predominan e interactúan con los Vientos Alisios dispersando los contaminantes en toda la región. A poca distancia de la HES se encuentran zonas de alta concentración humana y vehicular asociadas a escuelas, centros comerciales, teatros, iglesias, hoteles, puerto de Mayagüez, playas, centros vacacionales, pulgueros y los que transitan por la carretera #2 y sus tributarios.

Contaminación de Aire, Tierra y Agua – Cuando la Lilly del Caribe incineraba los desperdicios peligrosos, sus emisiones contaminantes que salen por la chimenea se regaban por toda la región sur-oeste-norte de Puerto Rico. Accidentes de derrames tóxicos o de combustibles que impacten la cuenca hidrográfica del Río Grande de Añasco siguen siendo un alto riesgo y amenaza pues estropearían no solo el abasto de agua de 7 pueblos de la región, contaminaría también las bahías de la zona oeste, sur y norte incluyendo las playas y litoral de Cabo Rojo, Añasco, Rincón y Aguadilla además de la Reserva de la Boquilla. También añadiría otras pérdidas económicas asociadas con la perdida de los recursos que sostienen la pesca y el turismo en la Región. Campos agrícolas se desarrollan en los valles de Añasco y del Coloso en Aguada y en las laderas que rodean el valle por lo que sus suelos y agua deben protegerse.

INUNDACIONES: HES está ubicado en área de alta inundabilidad. Está a unos 120 pies del caudal principal del Río Grande de Añasco y en el centro de la gran cuenca de tributarios a dicho río. El comportamiento del río es muy conocido y FEMA indica que cada 2 años se espera ocurran inundaciones significativas en esa zona. Por estar tan cerca de la costa, en caso de huracán la marejada ciclónica añade caudal a la inundación del Río. Durante el huracán Georges en el 1998 drones con desperdicios peligrosos de la Lilly fueron arrastrados por la inundación y se distribuyeron por los diferentes vecindarios costeros. ¡EPA multó a la Lilly por no notificar la pérdida de sus drones con material toxico! Los pescadores del área le adjudican la pérdida del chipe a dicho evento.

Los Riesgos Aumentan debido a que: 1) existen tanques de almacenaje de combustible de ‘Western Petroleum’ (WP) y otros cercanos a HES, 2) entran y salen camiones que traen los desperdicios peligrosos inflamables a y de la HES y al igual que los camiones que transportan combustibles inflamables de la WP. También el tránsito vehicular pesado y los tapones en la carretera núm. 2 evitan el desalojo efectivo de los múltiples vecindarios, escuelas y centros de concentración de personas en caso de una emergencia. No se conoce de la existencia de un plan de desalojo y tampoco hay equipo ni personal entrenado en la zona para atender un evento de derrame de sustancias tóxicas y peligrosas o un fuego de sustancias peligrosas asociado con esas instalaciones o con accidentes de los camiones ni tampoco capacidad para limpiar derrames o contaminantes en la cuenca y humedales que forman parte del río. RECUERDEN el impacto del FUEGO DE CAPECO quien se fue a la quiebra y nos dejó los daños a la salud y al ambiente además de la contaminación de terrenos, quebradas y humedales. 4 de octubre de 2010.



HAZ TU PARTE… PASA LA VOZ

Llama a la Imprenta Vélez al 787-832-8216 y ordena copias de esta hoja. También puedes copiarlo en cualquier otra empresa de tu conveniencia.



Habla con comerciantes, líderes de entidades cívicas, comunitarias, uniones y profesionales para que permitan tener copias disponibles en sus establecimientos y actividades.



Consigue auspiciadores del costo para más copias. Organiza grupo para repartirlas.



Llama a los programas de radio alertando sobre esto.



Haz una lista de 10 personas o más y llámalos. Al enterarlos solicítale que hagan también su propia lista, llamadas y repartición de esta hoja informativa.



En tu pueblo de la Región Norte-Sur Oeste requiere de tu Alcalde, de los Legisladores Municipales y Estatales que se opongan. Ya el Municipio Autónomo de Mayagüez y su Legislatura lo hizo.



Organiza reuniones de vecinos, familiares y compañeros de trabajo y entéralos para actuar unidos.

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“La teoría de las ventanas rotas”

“La teoría de las ventanas rotas”

En 1969, en la Universidad de Stamford (EEUU), el Prof. Philip Zimbardo realizó un experimento de psicología social. Dejó dos autos abandonados en la calle, dos autos idénticos, la misma marca, modelo y hasta color. Uno lo dejó en el Bronx, por entonces una zona pobre y conflictiva de Nueva York y el otro en Palo Alto, una zona rica y tranquila de California. Dos autos idénticos abandonados, dos barrios con poblaciones muy diferentes y un equipo de especialistas en psicología social estudiando las conductas de la gente en cada sitio.

Resultó que el auto abandonado en el Bronx comenzó a ser bandalizado en pocas horas. Perdió las llantas, el motor, los espejos, el radio, etc. Todo lo aprovechable se lo llevaron, y lo que no lo destruyeron. En cambio el auto abandonado en Palo Alto se mantuvo intacto.

Es común atribuir a la pobreza las causas del delito. Atribución en la que coinciden las posiciones ideológicas más conservadoras, (de derecha y de izquierda). Sin embargo, el experimento en cuestión no finalizó ahí, cuando el auto abandonado en el Bronx ya estaba deshecho y el de Palo Alto llevaba una semana impecable.

Los investigadores decidieron romper un vidrio del automóvil de Palo Alto, California. El resultado fue que se desató el mismo proceso que en el Bronx de Nueva York y el robo, la violencia y el vandalismo redujeron el vehículo al mismo estado que el del barrio pobre.

¿Por qué el vidrio roto en el auto abandonado en un vecindario supuestamente seguro es capaz de disparar todo un proceso delictivo?

No se trata de pobreza. Evidentemente es algo que tiene que ver con la psicología, el comportamiento humano y con las relaciones sociales.

Un vidrio roto en un auto abandonado transmite una idea de deterioro, de desinterés, de despreocupación que va rompiendo códigos de convivencia, como de ausencia de ley, de normas, de reglas, como que todo vale nada. Cada nuevo ataque que sufre el auto reafirma y multiplica esa idea, hasta que la escalada de actos, cada vez peores, se vuelve incontenible, desembocando en una violencia irracional.

En experimentos posteriores (James Q. Wilson y George Kelling) desarrollaron la 'teoría de las ventanas rotas', misma que desde un punto de vista criminológico concluye que el delito es mayor en las zonas donde el descuido, la suciedad, el desorden y el maltrato son mayores.

Si se rompe un vidrio de una ventana de un edificio y nadie lo repara, pronto estarán rotos todos los demás. Si una comunidad exhibe signos de deterioro, y esto es algo que parece no importarle a nadie, entonces allí se generará el delito. Si se cometen 'esas pequeñas faltas' como estacionarse en lugar prohibido, exceder el límite de velocidad o pasarse una luz roja y estas pequeñas faltas no son sancionadas, entonces comenzarán a desarrollarse faltas mayores y luego delitos cada vez más graves.

Si los parques y otros espacios públicos son deteriorados progresivamente y nadie toma acciones al respecto, estos lugares serán abandonados por la mayoría de la gente (que deja de salir de sus casas por temor a las pandillas), esos mismos espacios abandonados por la gente serán progresivamente ocupados por los delincuentes.

La respuesta de los estudiosos fue más contundente aun, indicando que; ante el descuido y el desorden crecen muchos males sociales y se degenera el entorno.

Tan solo vea un ejemplo en casa, si un padre de familia deja que su casa tenga algunos desperfectos, como falta de pintura de las paredes en mal estado, malos hábitos de limpieza, malos hábitos alimenticios, malas palabras, falta de respeto entre los miembros del núcleo familiar, etc., etc., etc., entonces poco a poco se caerá en un descuido de las relaciones interpersonales de los familiares y comenzarán a crear malas relaciones con la sociedad en general y quizá algún día llegarán a caer en prisión.

Esa puede ser una hipótesis de la descomposición de la sociedad, la falta de apego a los valores universales, la falta de respeto de la sociedad entre sí, y hacia las autoridades (extorsión y soborno) y viceversa, la corrupción en todos los niveles, la falta de educación y formación de cultura urbana, la falta de oportunidades ha generado un país con ventanas rotas, con muchas ventanas rotas y nadie parece estar dispuesto a repararlas.

La solución a este problema YO NO LA TENGO ESTIMADO LECTOR pero he comenzado a reparar las ventanas de mi casa, estoy tratando de mejorar los hábitos alimenticios de mi familia, le he pedido a todos los miembros de la familia que evitemos decir malas palabras delante de nuestros hijos, también hemos acordado no mentir, ni siquiera mentiras pequeñas, porque no hay mentiras pequeñas, ni grandes, una mentira es una mentira y punto, hemos acordado aceptar las consecuencias de nuestros actos con valor y responsabilidad, pero sobre todo dar una buena dosis de educación a nuestros hijos, con esto y con la ayuda de Dios espero comenzar a cambiar en algo lo que antes hubiera hecho mal, he soñado que los míos algún día repitan esto el día de mañana, con la finalidad de que los hijos de mis hijos, o los nietos de mis hijos vean algún día, un nuevo Mundo, un Mundo sin ventanas rotas

Documental de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias "FEMA" y la Universidad de Puerto Rico Recinto de Mayagüez.

Documental de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias "FEMA" y la Universidad de Puerto Rico Recinto de Mayagüez.

Cuatro Partes:

Primera parte

Segunda parte

Tercera parte

Cuarta parte